FIDEICOMISOS

El fideicomiso como un instrumento o herramienta en el ámbito de control y generador de financiamiento es importante establecer si se requiere que sea corporativo o en administración. Cada uno de estos tiene diferentes finalidades. Con el fideicomiso de administración el común denominador es que se utiliza para administrar un bien inmueble el cual va adquirir con el paso del tiempo una utilidad, y como ese inmueble adquiere esa utilidad tendrá que pagar el diferencial de impuesto por el valor residual por la construcción o la aportación que se tenga de ello.

Para ello, es importante que las partes que participan en el fideicomiso determinen el objeto y la nacionalidad de los sujetos para aprovechar los beneficios que el mismo instrumento nos otorga, en ese sentido se recomienda tanto para nacionales o extranjeros conocer y saber los beneficios de un fideicomiso tanto para la administración como para la adquisición y seguimiento de negocios bajo el entendido y las reglas que nos marca la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en su sección 1ra del fideicomiso en virtud de la cual el fideicomitente transmite a una institución fiduciaria (institución financiera) la propiedad o la titularidad de uno o más bienes o derechos según sea el caso para hacer destinados a fines lícitos y determinados, encomendando la realización de dichos fines a la institución fiduciaria.

Las partes que intervienen son:
1. Fideicomitente, que es la institución financiera.
2. Fideicomisario, quien es el que recibe el beneficio del fideicomiso.
3. Fideicometido, quien es la persona que solicita el servicio.

Dichas personas integran el comité, las cuales podrán ser mexicanos o extranjeros, como consecuencia de ello, el instrumento del fideicomiso les sirve a los extranjeros para tener la certeza jurídica en la adquisición de bienes en México, lo cual le garantiza la titularidad y explotación de los bienes que pretendan adquirir para cualquier fin; sea comercial o de vivienda.